miércoles, 29 de julio de 2009

Las Hurdes


Una parte de Las Hurdes ha sido arrasada por el fuego, ennegrecido su paisaje, escamoteada su plenitud a las generaciones futuras; este ha sido el atroz holocausto consagrado por un enfermo pirómano a la inmensidad de su ego.
Hoy la noticia ha quedado semioculta por el marasmo de actualidad que cada día nos atenaza, nos somete, nos informa o desinforma; Homo videns como denomina Giovanni Sartori al hombre actual, siempre pendiente de la televisión, de su continua emisión de imagenes y la necesidad de esta de crear más imagenes, de ofrecer actualidad, contenidos aunque sean absurdos o irrelevantes, en un único afán de llenar espacios, extender la franja horaria de sus emisiones, relegando pronto toda noticia por la necesidad de mostrar algo que suene a nuevo.
En una tierra como Extremadura, cuya imagen a través de "Marca Extremadura" la Junta vende como "Tiempo para las cosas por las que vivimos" esta necesidad de novedad, esta prisa por vivir y relegar lo vivido nos debería ser ajena, pero no es así, a este respecto el extremeño de hoy en nada se diferencia de sus congéneres españoles, salvo quizás en tener tiempo de dormir la siesta, y el vivir pausado lo empezamos a ver como algo extraño, utópico.
Atrás quedaron por fortuna los tiempos en que eramos una región subdesarrollada con pésimas comunicaciones, "Tierra sin pan" que el surrelista hace tópico; hoy somos una comunidad orgullosa de su presente, con una riqueza en expansión y un futuro que promete, al margen de la inacción de algunas entidades, pero no podemos permitirnos que las prisas por llegar lastren nuestro caminar y en el camino hacia el progreso tomemos atajos que sacrifiquen el medio natural que nos han legado nuestros antepasados con faraónicos proyectos de refinerías y centrales térmicas.
La comarca hurdana ha ardido, ahora hemos de cuantificar los daños y tratar de paliarlos en la medida de las posibilidades, castigar a los culpables del incendio y tratar de que no vuelva a repetirse, esta acción en medida de protección del medio ambiente, ¿por que no la llevamos al territorio de toda Extremadura?

lunes, 13 de julio de 2009

"ALCONCHEL"


Alconchel es mucho más que el pueblo de Rocío, es alfombra de casas, naranjos y encinas a los pies de su castillo de muros dorados por el crepusculo; patios primaverales con fragancia de azahar y pozos de agua clara con la cara interna del brocal petreo, alhajada del verdor del liquen;
frescor abovedado en el calor angosto de las tardes agosteñas; campos de cereal y luz-oro que el invierno adorna de almendros florecidos de seda rosa; fachadas encaladas que relumbran al sol cobijando trás de sí a gentes sencillas y nobles;
paseos relajados por caminos polvorientos cruzandonos con racimos de ovejas arrebujados a ladridos de perros; chozos de piedra, y una ribera que discurre cansada entre huertas de verdor discreto y algarabía de niños que se divierten; Alconchel es esto y mucho más, descubrirlo solo está un poco más allá de la intención de hacerlo

Así pasa la gloria del mundo

Todo es fluir, nadie se baña dos veces en las mismas aguas del río de la vida, todo a nuestro alrededor cambia y nosotros también lo hacemos, el paso del tiempo y lo que vivimos nos va erosionando como el sol y la lluvia erosionan las rocas, de todo nos quedan trazas, marcas, señales y al final sólo somos un esbozo de lo que pudimos ser,eso sí nuestro boceto más perfecto.
Por que ·Sic transit gloriae mundi· (o así pasa la gloria del mundo), el párrafo anterior podría ser una buena explicación, pero sólo lo sería de forma parcial e incompleta, la frase tiene su origen en un pasaje de la "Imitación de Cristo" de Thomas de Kempis y se concreta en la ceremonia de coronación de los nuevos Papas; En un momento de la celebración, trás haber sido investido el Pontífice con la tiara, un monje se sitúa a su lado con un ramo de lino ardiendo y después de que este se haya consumido entre las llamas, se dirige al Papa diciendo "Sancte Pater, sic transit gloriae mundi" recordándole con ella que es mortal, he elegido esta frase para tener presente esto último, que poco importan las mieles del éxito, los logros personales o la propia fama, esto unido a que todo es pasar puede parecer o resultar desesperanzador, pero siempre nos queda nuestra fe en una existencia ultraterrena